“La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 es la Carta Magna y norma fundamental, establecida para regir jurídicamente al país, la cual fija los límites y define las relaciones, sin duda es garante del respeto que debe haber en la sociedad”.
Debido a lo anterior, la diputada
priista Silvia Sánchez Barrios está en contra de que diversos integrantes de
los sectores políticos, económicos y de la misma sociedad esgriman discursos de
odio, de exclusión, de discriminación para someter o acabar con los grupos más
vulnerables.
“Y es que esas agresiones
verbales en muchas ocasiones, señaló, terminan en crímenes o actos de violencia
física, por lo cual es fundamental no darles la oportunidad a estos
comportamientos y por lo menos un día evidenciar de manera clara la situación
de los discursos de odio y cómo esto debilita las sociedades y expresiones diversas,
y reflexionar qué mecanismos podemos construir entre todos para no darle margen
de crecimiento al odio”.
Por lo tanto, la representante
popular desde el Congreso de la Ciudad de México hizo una proposición con punto
de acuerdo por el que exhorta al Honorable Congreso de la Unión y al gobierno federal
a que declaren el día 28 de marzo de cada año, Día Nacional para el Combate a
los Discursos de Odio, e invitó al Gobierno de la Ciudad de México para que se
sume a esta declaratoria en reconocimiento de la deuda que se tiene con las
comunidades históricamente vulneradas como es el caso de la comunidad de la
diversidad sexual.
Por ello, comentó Sánchez Barrios
“la diputada Salma Luévano ha impulsado el reconocimiento de ese día que viene
directamente relacionado con la urgencia de reconocimiento de los derechos
humanos y de la situación cotidiana de las personas que pertenecen a los grupos
de atención prioritaria y que, a pesar
de poco a poco tener reconocimiento institucional, siguen sufriendo un asedio y
enfrentamiento desde los sectores gubernamentales así como desde sectores
sociales que buscan negar la lucha y el avance ganado en los últimos años”.
Para la representante popular “la
libertad, el derecho al libre desarrollo de la personalidad y a la identidad en
diversas formas de expresión es un eje fundamental para la existencia y
fortalecimiento de la democracia en todo el mundo, por lo cual los actos de
discriminación, en especial para minorías o para sectores vulnerados, son focos
preocupantes en la perpetuación de las desigualdades en diferentes ámbitos y
niveles.